Por Gonzalo Otálora

La clave para lograr lo que uno se propone, es primero equivocarse.

Le pregunté a un empresario muy importante en Argentina:

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¿Se puede emprender sin saber?

– Él me dijo: Sí, se puede, pero no vas a lograr nada.

Eso que dijo me recordó una experiencia personal que quiero compartirte…

Cuando tenía 15 años yo me sentía feo. Era una sensación que yo tenía y eso me llevaba a no querer ir a bailar con mis amigos. Me quedaba en casa los sábados y los domingos.

Hasta que un día tuve una de las ideas más atractivas de mi vida: “si yo me quedo en casa nunca voy a cumplir el sueño de estar con una chica”. La única manera de hacerlo es enfrentar mis miedos y dar ese primer paso.

Fui a bailar con mis amigos tratando de cumplir mi sueño de conocer una chica y animarme a hablar, pero fue un fracaso. Ese sábado no me animé, o lo hice de forma muy breve.

Lejos de desanimarme me quedé con una sensación que les quiero transmitir: si la próxima vez puedo hacer algo distinto, puedo hablar, tal vez logre el resultado.

Sin saberlo, estaba dando mi primer paso como emprendedor: estaba equivocándome para aprender.

Esa semana estuve pensando en diferentes formas para hablarle a las chicas. Estaba muy entusiasmado con eso.

Llegó el sábado y fue otra vez un gran fracaso. La verdad no me fue bien, pero hablé con 10 o 12 chicas.

Cuando llegué a casa me quedé con el recuerdo de que la última chica que había visto había sonreído por un chiste que hice.

Después de haberme equivocado 11 veces, recién en la última encontré una luz de esperanza. Algo que me permitió encontrar mi camino.

La siguiente semana la pasé pensando de qué manera podía hacer chistes para conquistar a una chica. Es algo que me venía bien, me sentía cómodo haciendo eso.

Entonces apareció una figura que para mí fue extraordinaria. Me cambió la vida. Fue un compañero dos años mayor que se convirtió en un mentor. Un mentor que me dijo: “Gonzalo, estás demasiado atolondrado. Vas demasiado rápido ¡calmate!”.

Me hizo reflexionar y me hizo cambiar. Él me acompañó, me llevó de las manos.

La figura del mentor hoy es trascendental para la historia de todos.

Pienso que los docentes en este momento tienen esa función. Son quienes brindan esa sensación de tener a alguien que acompaña con su experiencia. Sin imponer nada pero enseñando el camino.

¿Cuál es el lugar del conocimiento y el aprendizaje?

Hace muchos años un científico hizo una especie de experimento en su casa.

Agarró una serie de bacterias, las puso en un recipiente y se fue de vacaciones.

Cuando volvió se dio cuenta de que había cometido un error.

Este científico en vez de preocuparse se enfrentó al error.

Con un microscopio empezó a ver y descubrió cosas extrañas que llamaron su atención. Tiempo después hizo pruebas y descubrió algo que cambió la vida de todos.

Esa persona se llama Alexander Fleming. Es quien descubrió la penicilina.

Gracias a la penicilina todos podemos curar nuestras infecciones.

Los errores dejan enseñanzas y aprendizajes.

¿Qué lugar ocupa el conocimiento?

Si él no hubiera tenido el conocimiento suficiente para descubrir el error en este problema…nada de esto hubiera pasado. Su conocimiento le indicó que había algo en lo que podía intervenir para encontrar una solución.

El conocimiento es indispensable para transformar los errores en virtudes.

El conocimiento es indispensable para emprender en estos momentos tan extraños, tan vertiginosos. En tiempos de pandemia.

El combustible

Que nos acompañe un mentor de la mano y tener conocimiento…¿es suficiente eso o necesitamos más? La verdad necesitamos mucho más. Necesitamos algo indispensable: el combustible.

El combustible que todos tenemos para levantarnos, para hacer lo que tenemos ganas de hacer tal vez en horarios irrisorios, hasta insólitos. Eso se llama pasión.

Los docentes a quienes llamo mentores son aquellos que encuentran la forma de reinventarse y educan abrazando a los alumnos para que puedan encontrar esa pasión que realmente los haga únicos.

En el futuro, cuando podamos volver a las aulas, imagino a los alumnos con docentes o mentores. Y en vez de todos seguir un mismo tema. Tal vez todos aprendiendo cosas distintas de la mano de ese mentor.

Lo que necesitamos los que somos al mismo tiempo aprendices y mentores es poder descubrir nuestro propósito.

Para los emprendedores un propósito es algo extraordinario. Es lo que nos hace únicos y diferentes.

Todo negocio o emprendimiento tiene como objetivo hacer dinero. Pero el propósito es algo mucho más fuerte. El propósito es el que te hace levantar todos los días para estudiar, para formarte, para trabajar.

En mi caso es incentivar e inspirar a millones de emprendedores en toda América para que puedan construir su propio sueño. Este es el propósito.

No tiene sentido pasar tiempo de nuestra vida dedicados a emprender únicamente para buscar dinero. Las marcas, emprendedores y emprendimientos trascendentes: son aquellos que tienen como propósito mejorar la vida de la gente.

No estamos hablando únicamente de situaciones tan trascendentes como “salvar un bosque”, que es muy altruista y está fenomenal.

Mejorar la vida de la gente también es inventar un pequeño dispositivo que evite tocar con las manos el botón del ascensor y así disminuir el contagio de un virus.

La reinvención: de docente a mentor

Debemos poder equivocarnos para aprender y poder hacer para equivocarnos.

Tener un mentor que nos acompañe y encontrar nuestra pasión, encontrar un propósito claro y extraordinario. ¿Alcanza con todo esto? No, tampoco alcanza.

Debemos incorporar la reinvención permanente como una condición necesaria.

Vivimos tiempos tan cambiantes que es necesario que encontremos la fórmula para reinventarnos.

Nadie pudo prever la pandemia que nos iba a chocar de frente como una tormenta.

Nadie estaba preparado realmente para resolver esta situación, pero tenemos las herramientas para prepararnos.

Tenemos a nuestra disposición toda la información del mundo a un click de distancia.

Nuestro desafío es cómo manejamos esa información para lograr encontrar lo que realmente nos ayude.

El gran desafío para los docentes es convertirse en mentores que acompañen de la mano a sus alumnos para que ellos se informen, jerarquicen y con ese conocimiento conviertan su pasión en emprendimientos con propósito. Que cambien la realidad de las personas y de las naciones.

¡Procuro inspirarte para que des ese paso! Hoy los más jóvenes tienen un mundo muy distinto al que teníamos esa edad. Tienen herramientas extraordinarias en sus manos. Realmente pueden hacer una revolución: la revolución del conocimiento.

Harán la diferencia quienes tengan la capacidad de ser creativos. Quienes puedan imaginar un mundo y construirlo con sus propias manos.

Quiero invitarte a buscar estos “micro-mentores”. Estas personas que tienen más conocimiento, que son generosos y nos nutren, nos abrazan y nos acompañan con su experiencia para que podamos ganar tiempo. Ellos nos brindan un camino para poder pisar mejor y no equivocarnos tan seguido.

Bonus

Comparto la foto de un emprendimiento que encontré cerca de casa.

barrio globalizacion

Esto resume todo. Una bicicleta que se transformó en un carrito de compras.

Este emprendedor que se llama Juan Manuel. Se quedó sin trabajo…

Tenía una bicicleta y encontró tirado un carrito de compras.

Se dijo: si yo soy capaz de unir la bicicleta con el carrito de compras, puedo convertir este vehículo en un Delivery, acercarme a los supermercados y ayudarlos para que puedan mejorar el servicio.

Es la mejor síntesis visual de lo que debemos hacer ahora.

Tenemos que transformarnos, reinventarnos con creatividad e ingenio.

Tenemos todo a disposición. Es la oportunidad de encontrarnos en ese cambio en nuestra mente para poder hacer la diferencia hoy.

Pregunta del moderador: con respecto a las estrategias de reconversión ¿qué recomendaciones podrías brindar a las personas especialmente a los emprendedores para reinventarse ante este contexto actual?

Recientemente publiqué mi segundo libro. Se llama Reinventados. Son estrategias, consejos e ideas para los negocios que están atravesando momentos complejos.

Es el producto de tres años de entrevistar a tantos emprendedores y empresarios. De recopilar estrategias y modelos de reconversiones. Ahí podemos encontrar un modelo de reinvención y adaptarlo a nuestro negocio.

Es un gran camino. Primero tenemos que diagnosticar realmente si lo que está viviendo la empresa es por la pandemia o es por errores que nosotros mismos cometimos.

Lo segundo es transformar nuestro negocio con una atención al cliente memorable. Ofrecer un servicio al cliente extraordinario. Donde uno dé más de lo que el cliente espera recibir.

Tercero es una comunicación impactante. Debemos lograr una marca que pueda tener presencia en redes sociales y que sea capaz de impactar con la comunicación. Que llame la atención.

En Reinventados hablo precisamente de cómo reconvertirse paso a paso en tiempo de pandemia. Encuentras ideas exitosas y un gran combustible de inspiración para que cada uno tome la decisión de “hacer y equivocarse”.

En el camino de hacer y equivocarse está el éxito de cada uno de nosotros.


Resumen de la Conferencia de Gonzalo Otálora en el seminario Reaprender para aprender organizado por el Ministerio de Educación de Paraguay. Fecha Junio 2020


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