Mauro trabajaba en el quiosco de diarios de su papá, pero sabía que no era lo suyo. Después de vender el negocio, y estando sin trabajo, Mauro se sumó al emprendimiento de su amigo Hernán y se convirtió en distribuidor de Mozzarella.
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Mauro iba camino a descubrir cuál era su lugar. Al tiempo de trabajar con Hernán, decidió que iba a abrir su propia pizzería. Y con la ayuda económica inicial de su padre, dio esos primeros pasos. Hernán pese a su negativa inicial, se sumó como socio y alquilaron un local, donde había funcionado por años una pizzería muy famosa de Avellaneda.
Con el local listo, y la receta para amasar de la abuela de Mauro, salieron a buscar un nombre: Pizza Hot, el nombre de la pizzería del tío de Hernán que tenía en Boedo.
Los socios creyeron que el primer día iban a estar tranquilos. Pero a las nueve de esa primera noche, ya tenían una cuadra de fila para comprarles pizza.
Tres años después, en el 2006, abrieron el segundo local. Otro boom. Y dos años después, establecieron un tercer local. En ese momento Sebastián y Uriel, hermano de Mauro, dejaron sus trabajos y se sumaron a la empresa.
Los éxitos no paraban de apilarse, y les llegó el momento de apostar fuerte: abrieron un local para 300 cubiertos, que inmediatamente resultó en éxito rotundo. Pero tanto crecimiento también produjo algunos desajustes. Es así que decidieron estandarizar la producción, para que la calidad se ajustara al mismo nivel en todas las sucursales.
También por esos días, y desconociendo el funcionamiento de la modalidad, vendieron su primera franquicia. Pero disconformes con el manejo de la marca, por parte del franquiciado, de ahí en más decidieron trabajar solo con contratos y pautas bien delineadas.
Hoy Pizza Lo Más Hot tiene 15 locales.
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