Se suele decir que los números son fríos. Pero muchas veces su frialdad permite entrever tendencias y realidades muy calientes. Es el caso del fenómeno del sushi en la Argentina. El plato arquetípico de la cocina nipona, que tras varias décadas de estar presente en el país se popularizó y extendió mucho más allá de la tradicional cocina étnica.
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Diego y Mateo amaban comer sushi, pero lamentablemente era un gusto “para pocos” en aquellos tiempos y juntos pensaron en por qué no hacer un sushi que pudiera estar al alcance de todos. Así nació SUSHI POP, una empresa que comenzó en una oficina pequeña y con una estructura improvisada, pero que desde el día 1 estuvo marcada por el éxito.
El crecimiento tan exponencial de su emprendimiento los llevó a pasar de ser emprendedores a ser dueños de una empresa real, y a los 8 meses de haberla creado, dejaron sus trabajos formales para apostar fuerte.
Los comienzos tuvieron tropiezos pero rápidamente se profesionalizaron y llegaron a contar con 5 locales propios, más algunas franquicias. El rápido crecimiento les hizo perder el foco y el éxito que llego rápido, rápido también se fue y comenzaron a caer.
Acostumbrados a que todo vaya bien los socios principales no supieron cómo sacar a la empresa adelante y decidieron dar un paso al costado. Luego de un año decidieron volver a tomar el mando, pero aquí el problema era como iban a recuperar lo perdido.
Tres estrategias los salvaron, apostar a la calidad, acercarse a la gente abriendo locales a la calle, ya que hasta el momento solo eran una empresa de delivery, y buscar socios estratégicos. Esos fueron los ingredientes que los reencontraron con el éxito.
Hoy, Diego, Mateo y un grupo de socios son las caras de SUSHI POP, una empresa que mira al futuro buscando la expansión por diversos barrios y acercándose a la gente que desde el primer momento los eligió.
MIRÁ LA HISTORIA DE SUSHI POP ↓
