Anécdota 2: “Quería estar en todas partes, pero el cuerpo me pasó factura” ¿Qué lección aprendió?

Una vez instalada la fábrica Salve Regina, la CEO de la marca no tuvo mejor idea que instalar un local propio como identidad de marca. Al tiempo de esa apertura, abrió más tiendas y empezó a crecer. La marca llegó a tener 14 sucursales en total, tanto en Argentina como en Paraguay… Todo parecía funcionar de maravilla hasta que tiene un problema de stress y cansancio.

En esta entrevista de Gonzalo Otálora – consultor especializado en Storytelling y Pitch – para su programa “Historias que Inspiran”: Capítulo: 3 errores, 3 lecciones”, Samanta Schnabel. Fundadora y directora de Salve Regina, cuenta el problema que tuvo por querer estar en todas partes armando las vidrieras de los 14 locales, sus viajes al exterior y los dos picos de presión. ¿Qué lección aprendió?

Hoy Samanta lidera una fábrica de regalos con valor emocional. Tiene 60 empleados, más de 1500 distribuidores, un local, franquicias y ganas de seguir haciendo cosas.

“En el 2015 abrimos varios locales, entre propios y franquiciados. Nos tiramos a la pileta sin tener una estructura ni equipo para esa expansión. Armaba las vidrieras de las 14 tiendas y obviamente descuidé la fábrica y principalmente mi salud”, indica la empresaria, quien se encargaba de armar la vidriera. “Era una locura, organizar la vidriera, diseñar los productos… no era sostenible en el tiempo claramente”, reconoce.

¡Estaba teniendo un pico de presión de 20!

Continuamente viajaba, iba y volvía de Argentina a Paraguay y de Paraguay a Argentina. Todo parecía normalmente hasta que un día, Samanta estaba hablando con la despachante de Aduana y le empieza a escuchar que habla en cetáceo, como Dori en Buscando a Nemo, todo despacito. La emprendedora pensó qué le pasaba algo a esa chica.

¡Enloqueció esta chica!, pensó. Sin embargo, no era la despachante, era Samanta que estaba a punto de tener un infarto. “Le dije: ¿Estás bien Sol? Sí, pero vos no estás bien, me dice”. “Yo estaba toda roja y tenía como una cara rara y bueno terminé con un pico de presión de 20, recuerda.

Ahí le dijeron que bajara un cambio porque no iba a llegar al año que viene. Ese sucede fue el puntapié inicial para replantearse el negocio y su vida. ¡Fue como un antes y un después!

¿Qué decidiste cambiar de este modelo de vida que llevabas para que tengas otro pico y no la cuentes?  Primero, empecé a preguntarme: ¿Qué quería yo y a dónde quería ir?, que tipoempresa quería, que calidad de vida quería tener….

El aprendizaje no se puede estar en todos lados. Cuando uno emprende tiene que cuidar la salud, tiene que hacer deportes, no se tiene que descuidar la familia.