A principio de los 70 las bolsas de polietileno lideraban la demanda del mercado, sin embargo Roberto decidió apostar a la fabricación de bolsas de papel mientras estudiaba abogacía.
Con el tiempo el negocio empezó a crecer y Roberto compró una casa vieja para convertirla en su nueva oficina.
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Recién instalado le llegó la expropiación por la construcción de una autopista. Decepcionado, pensó que la compensación económica iba a estar muy por abajo del valor real de la propiedad. Pero cuando fue a la municipalidad, para informarse de lo que le iban a pagar, la desgracia se convirtió en un golpe de suerte.
Con el dinero recibido decidió radicar su primera fábrica en el barrio del bajo Flores. Hasta entonces la fabricación era manual pero él estaba convencido que “la bolsa de cartón con manija” que se veía en el exterior iba a ser un negocio en el mercado local.
Impulsado por su sobrino, Roberto pidió un crédito y compró una máquina que automatizaba el proceso. El éxito fue explosivo y al poco tiempo, tuvo que comprar otra máquina para cumplir con la demanda.
El crecimiento explosivo trajo como consecuencia un crecimiento desprolijo ya que la necesidad de ampliarse era constante y compraban cuanta propiedad se ponía en venta en el barrio. Los problemas con los vecinos no tardaron en llegar.
Tenían que mudarse, y el Parque Industrial La Cantábrica fue la mejor opción. Cuando la gran apuesta de cambio estaba en marcha llegó el 2001 y las cosas se pusieron complicadas para Roberto, para sus proveedores y también para sus clientes.
Su proveedor principal fue quien confió en Roberto y en su capacidad de sacar el negocio adelante y lo apoyó hasta que las cosas empezaron a tomar de nuevo su ritmo.
Dicen que toda crisis implica un crecimiento y en el caso de Roberto la enseñanza fue que para sobrellevar las crisis en Argentina lo mejor era tener como alternativa al mercado local el negocio de la exportación y así fue como encontró un salvavidas en esa opción.
“La bolsa de papel es una estrategia de marketing, ecológica y con diseño”, eso es lo que observé hace unos años, afirma orgulloso y esa observación lo llevó a poner en lo más alto del mercado local a ROMIPACK.
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