Tomás Cabiche Guerendiain salía de vacaciones con sus padres y se asombró al ver lo incómodo que era montar sobre el techo del auto un caja gigante para poner allí sus valijas, porque no entraban en el baúl de su vehículo. Se preguntó si realmente era necesaria semejante estructura, tan incómoda de colocar, trasladar y guardardurante el año. Y no lo dejó ahí. Lo preguntó en voz alta. ¿Por qué no encastrar cada valija con algún sistema, a alguna estructura simple montada en el techo del auto? Pensó que su padre desconocía ese tipo de sistemas ya que seguramente existían en el mercado. En ese momento su planteo le quedó dando vueltas a su padre. Tal es así que de la inquietud pasaron a investigarlo y se dieron cuenta que no había ninguna solución en el mundo de las valijas como la que él estaba pensando. Su idea era simple. Cuatro valijas que se encastren, formen una y puedan engancharse en el techo del auto. Así lo pensó. Así arrancó su gran proyecto.



INNOVADORES MUNDIALES.

Coincidió la inquietud de Tomás con un momento en que su padre estaba con ganas de emprender algo propio. Así que las fichas empezaban a acomodarse, con la ayuda también de un amigo Contador que se asoció. Ya con varios años en el camino emprendedor, unos ocho años, la idea tomó forma de empresa y son varias las personas involucradas en un sueño a punto de concretarse. Con un producto innovador, instalando un nuevo concepto en un mercado, compitiendo, fabricando en el exterior y vendiendo a nivel internacional. “Al no tener experiencia todo costó mucho. Y más por ser un producto complejo en su desarrollo. Al principio parecía más simple”, remarcó.

Específicamente el producto de Lugga son cuatro valijas especiales pero similares a las convencionales y una parrilla plegable que se engancha en el techo del auto. Lo especial de las valijas esa esa posibilidad de encastrarlas y engancharlas en la estructura. Pero se pueden usar para cualquier viaje, como cualquier valija también.  “Son valijas tradicionales con la opción de poder usarse fácilmente para instalar en el techo del auto. Y la parrilla que va sobre el techo, se pliega y se puede guardar hasta en el placard”, resaltó Tomás.  Hoy el producto está patentado en Estados Unidos y está en ese mismo proceso en China, Brasil, Argentina y en la Unión Europea.

El emprendimiento es innovador, tiene proyección internacional y fue creado por argentinos pero lamentablemente la fabricación del producto en nuestro país ya no es una opción. “Si bien en Argentina encontramos la maquinaria y capacidad instalada para poder hacer el producto, la matriz sí o sí la teníamos que hacer en China, porque acá no se podían hacer.Por eso nuestra idea inicial era hacer las matrices en China y traerlas a fabricar en Argentina. Al principio queríamos encarar un proyecto local y también generar empleo acá con una marca nacional. Pero con la situación del país, la fábrica que podía hacer el producto quebró hace menos de un año, tuvimos que cambiar el rumbo y decidir fabricar en China. Lo que sí funcionará acá son oficinas”, comentó Tomás, co fundador de Lugga.

LO QUERÍAN PRODUCIR EN EL PAÍS PERO LA FÁBRICA QUEBRÓ.


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Financiamiento para el gran salto.

El paso para dar el gran salto es conseguir financiamiento para poder empezar a fabricar. En esta línea se embarcaron hace pocas semanas en una campaña de financiamiento colectivo, con el fin de “lograr hacer realidad este sueño y obtener un poco de financiación”, así lo definían. Pero no resultó. “Invertimos bastante en esto pero nos dimos cuenta que no es un producto para este tipo de sistema de financiamiento”. Así, las esperanzas puestas en el crowdfundingse disiparon rápidamente pero también dejaron un camino más claro. “Ahora vamos a ir por el lado de los distribuidores”.

“Saldremos a buscar más inversión e iremos por el camino de los distribuidores. Ya nos contactaron desde distintas partes del mundo diciendo que están interesados en distribuir el producto. Nos llegó el pedido desde países como Serbia, Francia, Chile, Estados unidos, entre otros. Es un producto que difícilmente se venda en nuestro país, pero en otros mercados tiene muchas posibilidades”.

Un camino sinuoso pero continuo.

Así, con todas las fichas puestas para que un producto ideado por argentinos se posicione en el mundo y genere una innovación en la forma de realizar viajes en auto, la familia de Tomás y sus socios continúan en la búsqueda de alternativas para dar el puntapié inicial a la fabricación y venta a nivel internacional de aquello que fue una inquietud de un niño y hoy es un gran proyecto a punto de ser realidad.

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